En este momento estás viendo Desde 1908, el 2022 fue uno de los años de menos lluvias registradas

Desde 1908, el 2022 fue uno de los años de menos lluvias registradas

Con 618 milímetros anuales se inscribe dentro de los 17 años en un lapso registrado de 114 en total, donde el promedio de lluvias estuvo por debajo de lo habitual que son 945 milímetros históricos. Pasturas y cultivos se siguen deteriorando y con ellos la producción ganadera.

Plantaciones castigadas por la sequía

Se cerró un 2022 muy contradictorio, donde la voluntad de los productores hizo que se logre una gruesa de números interesantes, a pesar de la sequía, las retenciones, la falta de repuestos, la escasez de gasoil y combustible, la inseguridad rural, la inflación, la disparidad de cambio y de tantas otras graves cuestiones que interfieren en la producción nacional.

El trigo no pudo hacer frente a tantas cosas y cerró una campaña histórica, pero por lo negativa. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, la superficie sembrada en el país fue de 5,9 millones de hectáreas, un millón menos que en la campaña anterior, con una recolección total de 11,5 millones de toneladas, exactamente la mitad que en 2021/2022.

El maíz tiene 7,9 millones de hectáreas cubiertas, con el cultivo de primera con grandes pérdidas, representando unas 700 mil hectáreas menos.
La soja con un millón menos de superficie, cubre hoy 17,1 hectáreas y se entiende que estará muy lejos de los 42,2 millones de toneladas del ejercicio anterior.

Como Ingeniero Agrónomo y vocal de la Comisión Directiva de la Sociedad Rural de Rafaela, Luis Mondino acerca su análisis sobre la actualidad de esta campaña en nuestra zona.

Haber tenido la mitad de la producción de trigo no sólo significa tener menos granos, sino que implica la mitad del movimiento que supone una campaña…La mitad de los viajes en camión, la mitad de la demanda de insumos, de servicios para la cosecha, en concreto es la mitad del dinero circulando en los pueblos y ciudades y eso se notó mucho en el cierre del año en Rafaela y la región”.

Mondino entiende que “respecto a lo que pase con la soja y el maíz es todo una incógnita. El maíz de primera en esta zona no se hace tanto, porque hay pérdidas habitualmente y eso este año se picó y se destinó a los tambos. El servicio de picado y embolsado es tan caro que muchos de los productores prefirieron no pagarlo y dejarlo a cargo de otro productor que necesite el alimento”.

El maíz de segunda “todavía sigue en carrera, con un techo productivo que ronda del 60 al 70 por ciento, si llueve, con lo cual permitiría salvar los costos”.

“Los productores que tienen granos o silo ya saben que se lo van a comer pronto, a pesar que pueda ir mejorando el régimen de lluvia. Hay otros que empezaron a vender hacienda para poder hacer frente a los costos”.

Luis Mondino estima que muchos de los productores están esperando que cambie el ciclo de La Niña, que se normalicen las lluvias y se pueda apostar al “trigo de la próxima campaña”, para empezar a recuperar tantas pérdidas consecutivas.

Cabe destacar que las primeras estimaciones nacionales sobre la pérdida económica que podría tener la campaña gruesa oscila entre cuatro y 12 mil millones de dólares menos en la caja del Ejecutivo, que es algo que dependerá de las próximas lluvias, pero también de la administración de los recursos que se consigan.

Sequía histórica

En los últimos días se conoció un informe de la Agencia de Extensión Rural Castellanos, del INTA, firmado por los ingenieros Carlos Callaci y Daniela Faure en el que se releva que durante el año 2022 llovieron 618 milímetros, lo que representa el 65 por ciento de los 945 mm de promedio histórico para Rafaela.

Puede considerarse a esta una situación verdaderamente histórica, ya que en los registros de la Estación meteorológica de la EEA INTA Rafaela (1908-2022), se registraron 17 años con milimetrajes inferiores a 700 mm anuales, sobre los 114 años con registros.

El promedio de esos 17 años fue de 577 mm, lo que evidencia que en muchos casos las lluvias fueron muy inferiores a los 700 mm utilizados como valor mayor de referencia para el conteo.

Cabe mencionar que en los años 1909, 1010 y 1011 se sucedió una situación de tres años con menos de 700 mm, siendo la sumatoria total de esos tres años 1614 mm, con un promedio de 538 mm por año. En la situación actual (2020, 2021 y 2022) la sumatoria de estos años da 2203 mm con un promedio de 734 mm.

Lo que podría explicar la gravedad de la situación actual, es que los últimos cinco años estuvieron por debajo del promedio, esto influyó sobre la bajante de las napas freáticas y las reservas de agua útil en el suelo.

En el relevamiento se remarca que las pasturas base alfalfa, mayores de 1 año tienen una situación similar a la de meses anteriores, agravado por el aumento excesivo de las temperaturas, la radiación y la falta de humedad.

Las pasturas no llegan a despegar plenamente, la oferta de materia seca se encuentra entre el 50 a 60% de lo normal para la época, si las lluvias hubieran sido normales o dentro del promedio.

Las alfalfas nuevas no han llegado a desarrollarse plenamente por la falta de humedad, la situación es peor para aquellas que fueron sembradas hacia fines de abril o algunas a principios de mayo. De las sembradas en primavera se observan en muy mal estado (pérdida de plantas y escaso desarrollo).

Los pastizales naturales hasta el momento no han mostrado prácticamente algún tipo de reacción y su producción es muy baja o nula en muchos casos. El aspecto de los pastizales es como si estuvieran en pleno invierno, totalmente secos.

En cuanto a la producción ganadera, la lechería tiene una productividad que está dentro de valores casi normales. Se observan dos situaciones, mermas en producción por una disminución en la cantidad y calidad de la alimentación y en algunos casos la calidad del agua para bebida de los animales. Otros mantienen la producción mediante un mayor uso de reservas y suplementos, en su mayoría compradas, lo que ocasiona un incremento en los costos. 

En cría ganadera, se visualiza una disminución de la condición corporal en vientres que ya han tenido los partos y se encuentran en lactancia. Éstos ya no podrán recuperar condición o estado para poder preñarse, lo que ocasionará una perdida en los índices de preñez y parición a futuro.

Los planteos de invernada, vienen presentando un retraso en los ritmos de engorde debido a que estos planteos, son un poco más dependientes de las pasturas que los tambos y ya no existen o no les quedan forrajes conservados y en algunos casos se encuentran achicando carga a través de la venta de animales a medio terminar y a bajo precio.

En la producción agrícola, los lotes recorridos de trigo estaban en su mayoría estaban cosechados, a excepción de aquellos que habían sido segados con anterioridad para hacer rollos (aproximadamente 10% de los lotes sembrados) o lotes que se inició la cosecha y se dejó por bajo rendimiento (también se estima en un 15%). El balance del cultivo en esta campaña está estimado en una superficie sembrada del 44 % con respecto a los últimos cinco años, ajustado con la estimación por imagen satelital. Los lotes no cosechados o cortados antes de cosecha están en aproximadamente un 25%. Excepcionalmente algún lote en algún lugar muy puntual, estuvo cercano a 2500 kg/ha, mientras que el promedio de los lotes que se cosecharon estuvieron entre 800 a 900 kg/ha.

Debido a la menor superficie sembrada, a los lotes que no fueron cosechados y a los bajos rendimientos, se estima que la cantidad de grano cosechado oscila alrededor del 25% o menos respecto de las últimas campañas

Respecto a la soja, hacia fin del mes de diciembre se hizo el relevamiento de cultivos, comprobando que esta campaña se sembró una superficie de soja (sumatoria de 1° y 2°) levemente por debajo del promedio de los últimos años, considerando que esto podría cambiar si cambiaran las condiciones de sequía con algunas lluvias, aunque el tiempo que resta para poder sembrar es escaso.

Otro dato que cambió respecto de las últimas campañas, es que la soja de primera se sembró más con respecto a la soja de segunda, el principal motivo es que muchos lotes que al inicio habían sido destinados a trigo y no se pudieron sembrar, pasaron directamente a soja de primera. También se pudieron ver lotes que por antecesor deberían considerarse como de segunda, pero por fecha de siembra se consideraron de primera (en varios casos se vieron lotes de soja sembrados de forma temprana, sobre trigos sin cosechar).

En otros casos, debido a la escases de precipitaciones, lotes que están listos para siembra de primera  fueron sembrados como de segunda (en diciembre sobre rastrojo de maíz o soja de la campaña anterior).

La superficie de soja de segunda es menor a las de primera, básicamente esto se debe a que hubo menos lotes de trigo y además las condiciones de falta de precipitaciones hicieron que se interrumpieran las siembras.

El estado de los cultivos implantados es de regular a malo, debido por supuesto a la falta de humedad, provocando estrés hídrico, también a la pérdida de plántulas y a ataques de megacelis y en algunos casos arañuela.

Se observaron también deficiencias en los controles de malezas debido a las condiciones desfavorables (falta de humedad y altas temperaturas) en los tratamientos.

Las siembras y lotes de maíz en general (1° y 2°) son levemente inferiores a años anteriores (algo más de 100.000 has el promedio de campañas anteriores y unas 80.000 has en la actual), la siembra de los maíces de primera fecha no se pudo aprovechar plenamente debido a la falta de humedad (fines de agosto a primera quincena de octubre).

Los maíces de primera se encuentran bajo estrés hídrico, y muy excepcionalmente se ve algún lote un poco mejor.  Los lotes sembrados temprano ya se encuentran en panojamiento, lo que ha llevado a la decisión de algunos productores de empezar el picado y ensilado de los mismos con el objetivo de liberar el lote para ver si pueden implantar un cultivo que les permita aumentar la cantidad de forraje conservado para el próximo invierno.

Se observaron algunos lotes que se han pastoreado, e incluso algunos cortados para hacer rollos, con muy escaso rendimientos.

Si bien la superficie en general de los maíces (1° y 2°) se ve disminuida, cambió la relación entre primera y segunda, mostrando un incremento a favor de los maíces de segunda, aunque sin superar los lotes destinados a maíz de primera, del 6% del total de maíz sembrado en años anteriores, este año se encuentran en el 30%.

Son muy escasos los lotes sembrados con sorgo, debido a que en el período óptimo para la siembra, las lluvias fueron muy escasas. Si bien se encuentran en estado de estrés hídrico, si llueve podrían recuperarse por a su capacidad de macollaje, pero sin dudas que los rendimientos en silaje no serán los de años anteriores.