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Situación complicada para la disponibilidad de insumos agropecuarios

  • Categoría de la entrada:Información Institucional
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Productos veterinarios, insumos, servicios y también repuestos para maquinaria, cada vez con plazos más largos para llegar a donde se los necesita para seguir produciendo alimentos.

La aceleración de la crisis política y económica a nivel nacional tiene un foco puesto en el sector agroindustrial.
A pesar que se dio al lmes de mayo un nuevo récord en la liquidación de divisas del sector por USD 15.329 millones, que representan15% más que en igual periodo de 2021, el Banco Central sólo cuenta con reservas netas actuales que totalizan USD 3.844 millones, por lo tanto el desbalance hace que no se atienda como corresponde y que hace una semana se definiera un cierre sobre la disponibilidad de dólares para importaciones que limita aún más las actividades productivas.

Si bien la capacidad de adaptación de industriales, comerciantes y productores a nivel nacional siempre permite empujar estas instancias, se hace cada vez más dificil tener una continuidad en la generación de valor, en el sostenimiento de empleo y sobre todo en la multiplicación de ingresos para sostener el desempeño nacional.

Desde la Sociedad Rural de Rafaela se viene relevando la situación de quienes trabajan la tierra, pero también de los que prestan servicios para que esto suceda. Repasamos ya el impacto de la falta de combustible, que sigue existiendo en los mismos parámetros desde hace dos meses y de forma creciente desde el mes de marzo. Miramos también lo que pasa en los campos y ahora avanzamos sobre la provisión de insumos clave y prestación de servicios.

El presidente de la Cámara de Empresarios Proveedores del Agro de Rafaela, que funciona dentro del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región, comenzó a detallar la situación del sector.
“Los faltantes existen desde hace dos o tres años”, comienza explicando Ezequiel García, sobre la realidad del sector veterinario y sanitario, donde conviven los laboratorios extranjeros con los nacionales.

Si bien hay situaciones de discontinuidad de algunos productos por decisión de sus fabricantes, también existen restricciones legales para la importación que pueden estar ligadas la Ley de Monopolio, cuando un laboratorio compra a otro, pero también por las limitaciones propias de la disponibilidad de moneda extranjera.

“La pandemia elevó la demanda de productos, pero en nuestro país tenemos faltantes regularizadas a las que estamos habituados y por eso los laboratorios nacionales pueden cubrir la demanda. Hoy por hoy podemos reemplazar productos”, sostuvo el titular de CEPAR, en referencia a la disponibilidad de una buena gama de productos nacionales biológicos, antiparasitarios y antibióticos.
Si bien “hay faltantes, no son alarmantes, pero hay que destacar que como trabajamos con productos que atienden a la salud animal no se corta la entrega de productos más allá de los ajustes de precios”.

En este sentido, se calcula en el sector que las subas durante el año anterior rondaron entre el 55 y 60 por ciento, mientras que en lo que va de 2022 los ajustes de precios crecieron 40 por ciento, muy por detrás del ritmo inflacionario.

Repuestos y maquinaria

En tanto, el rubro maquinaria agrícola y respuestos vive una situación similar, donde varios años de irregularidades lleva a una adaptación de la respuesta a la demanda que puede llegar a tener ahora algunas demoras más, pero que sigue el comportamiento de los últimos dos años.
Diego Castro, responsable del concesionario Remonda Castro, representante de John Deere en la región; y también presidente del CCIRR, explica que “hace mucho que tenemos problemas con la provisión de repuestos, hay casos puntuales que se dan por momentos. Hace unos meses faltaban correas, siguen faltando neumáticos, pero no tiene relación directa con los cambios políticos de los últimos días, sino con un manejo de hace años”.
Los productores tuvieron una situación incómoda durante la cosecha gruesa, donde la necesidad de repuestos se vio con mayor énfasis, ya que la faltante de repuestos originales se fue supliendo con productos de fabricación nacional, que tienen precios “irrisorios”, por la urgencia con la que se los demanda para no tener muchos días paralizada la maquinaria, que representa pérdidas en los cultivos, pero también en el resultado económico de cada empresa.

“Hoy por hoy con la sequía no hay tanto movimiento de maquinaria en nuestra región y es por eso que esta situación está siendo más manejable que si la campaña de trigo estuviera absolutamente en marcha”, explicó Castro.
En cuanto a la venta de unidades se añade que como desde hace dos años se sigue trabajando con ventas programadas de tractores y cosechadoras, entre otros productos, con demoras en las entregas de hasta seis meses, mientras que no hay disponibilidad de tractores de alta potencia que son directamente importados.
Ahora las tasas de interés dejaron de ser tentadoras y si bien sigue habiendo demanda por sostenerse el dólar oficial para la valuación de la maquinaria, la incertidumbre reinante frena un poco la voluntad de los productores de renovar el parque de maquinaria, con lo cual se desaprovechan oportunidades frente a condiciones internacionales.

Granos e insumos

Finalmente, desde la Cooperativa Guillermo Lehmann su gerente comercial de Granos, Mauricio Kidonakis remarcó que “no hay faltante de camiones para transportar granos, pero hay casos en los que se rechazan viajes de larga distancia porque continúan los problemas con la carga de gasoil, sobre todo en el norte del país”.

Desde la entidad destacan que no hay inconvenientes en el traslado de granos por tener provisión asegurada de combustible a valores mayoristas, para cubrir esta situación, con lo cual puede haber ciertas demoras, pero que no interfieren con los negocios de los productores.
En cuanto a los insumos, el mayor problema está en los fertilizantes, que son importados y que tienen un freno completo para las compras en el exterior, que además suman inconvenientes en cuanto al tipo de cambio en el que deberían venderse.
Si bien “hay productores que ya están ´comprados´, que ya tienen insumos en stock, ayuda de alguna manera a frenar la demanda la situación de sequía que estamos atravesando”. De todas formas, quienes necesitan algo puntualmente deben pagarlo y retirarlo, ya que todos los prestadores de servicios no se comprometen en poder sostener esos productos en el tiempo ya que no hay certezas de lo que pueda reponerse cuando consigan algo similar.
“En estas situaciones no hay especulación, sino que el que compra lo hace por la oportunidad en el valor de algo que vaya a necesitar a mediano plazo, o por estricta necesidad. Hay que tener en cuenta que un modo de pagar para muchos productores, que es la relación de canje se sigue deteriorando, más aún ahora que no hay precios concretos”, apuntó Kidonakis.